Habían pasado algunos meses desde aquél día en que decidí volar con mis propias alas y estaba sobreviviendo.
En la ciudad de Lima, todo se veía como muy grande; después de dos meses de buscar contactos que me dieran oportunidades de trabajo pude iniciar mi actividad profesional en una pequeña radio como reportera y asistente de conductora en el programa "Amigos de los Animales".
El programa tenía como objetivo concientizar y proteger a nuestros amigos los perros, pero también a las demás especies. Nos sensibilizábamos con la pérdida de las mascotas; así que mi trabajo era un poco relajado, pero no por eso menos importante, pues yo debía aprender sobre las diferentes razas, características, concursos, cuidados y recomendaciones para las personas que tenían esta hermosa mascota en casa y lograr para ellos una mejor vida perruna.
En aquellos días; las denuncias se centraban en las decenas de accidentes por mordeduras y las ilegales y clandestinas peleas que se hacían a nivel nacional de los perros de raza Pit bull, había que aportar y analizar las responsabilidades legales que aún no se habían concretado en el Perú.
Nuestro programa, además trataba diferentes temas noticiosos, comentarios políticos, económicos y sociales; así que siempre contábamos con diferentes entrevistados; siendo los más asiduos visitantes de nuestra cabina radial los especialistas veterinarios del Colegio de Veterinarios del Perú, los preferidos por nuestra audiencia.
El programa era interesante; se realizaban diversas actividades a favor de los animales, concursos internacionales, concursos de razas, caminatas y maratones, intervenciones y requisas de animales y especies que estaban en vías de extinción o que sufrían maltrato o venta de forma indiscriminada.
Aprendía mucho y me permitía estar actualizada en la carrera, ganaría una propina que me permitía movilizarme para buscar otras posibilidades.Y ésta llegó.
Al paso de unos pocos meses de esta aventura donde había adquirido cierta experiencia, me comunicaron que un periódico necesitaba periodistas para reiniciar sus ediciones; después de haber estado fuera de circulación por cuestiones políticas; la prensa nacional no estaba muy bien vista por aquellos tiempos, pues; la corrupción durante el gobierno del ex - Presidente Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, también había ingresado a las alfombradas oficinas de los gerentes, administradores y propietarios de los medios de comunicación.
Una nueva etapa se iniciaba en la redacción del diario Onda. Corría el año 2001 y las elecciones generales para elegir un nuevo Presidente era la prioridad noticiosa. La mayoría éramos jóvenes periodistas, algunos considerados practicantes, así que se nos pagaría propinas; no sueldo. Para nosotros, sería un trampolín para llegar a otros medios periodísticos que eran más grandes y reconocidos.
Logré entrevistar a Alan García que regresaba al Perú después de 10 años de exilio o auto exilio no sé como llamarlo, a Lourdes Flores que era la candidata con más probabilidades de elección. Pero sería Alejandro Toledo el ganador.
Para mí, fue una excelente aventura profesional, aprendí sobre la administración y la línea política y económica de los medios, de las influencias de políticos en los medios y de los intereses que persiguen los medios de comunicación. Yo trabajé hasta una semana antes de las elecciones por que, después se cerraría. Había cumplido con su objetivo.
En el mismo tiempo de trabajo que hacía en el periódico; yo había logrado un nuevo contacto que me permitía hacer prácticas periodísticas en un canal de televisión por cable, era privado. Por algunas horas, debía escuchar y redactar los titulares; también debía seguir paso a paso la difusión de los escandalosos videos que eran exhibidos y que comprometían a personajes de la vida política, social y económica del país.
Mis días se iniciaban a las 6:00 am, para llegar a la redacción del periódico a las 8:30 hasta las 2:30 p.m., mientras comía camino al canal de T.V.; mi horario de ingreso era a las 3:30 p.m, hasta las 8:00 pm., después salía y caminaba por espacio de media hora hacia la estación radial donde teníamos el programa de 9:00 a 10:30 p.m.; regresaba a casa a las 11:30 o medianoche: Cuanta energía tenía y qué importantes fueron estas actividades para mi vida.
Pasado unos dos meses, este canal se cerraría por motivos políticos. El propietario de Canal CCN, también era propietario del periódico Expreso. La corrupción y las influencias una vez más le pasaban la factura.