DOCUMENTAL "EL SONIDO DE LA VIDA"
¿Qué interés puede tener en el siglo XXI, realizar un documental sobre el siku o zampoña, instrumento musical andino de 5,000 años? Nos lo hemos preguntado en los últimos 4 años, todos quienes han tenido la oportunidad de conocerlo, nos auguran el éxito, pero claro hay mucho trabajo aún por hacer. Apenas estamos empezando a pesar de que ya hemos recorrido cerca del 70% del camino.
La respuesta clara y concisa es ... Porque sigue vigente en el presente; tanto como en la antigüedad. Y su sonoridad proveniente de cañas y pulmones, atrae a la gente y su gusto se sigue expandiendo por todo el mundo. ¿Acaso la sociedad actual se está cansando de la música proveniente de instrumentos eléctricos o digitales, que atentan contra el oído o se sienten aplastados por su parafernalia, y retorna a los instrumentos de escala humana, cercanos a la naturaleza? Es posible. La ecología tiene que comenzar en el ser humano para expandirla luego en su entorno. Y es un patrimonio nuestro, es peruano...
Para André Malraux una de las funciones del arte es darles a los hombres conciencia de la grandeza que ellos tienen pero que ignoran. Esto lo sabía el hombre del mundo precolombino cuando creó el siku, para no sentirse un ser insignificante, para ubicarse como un ser trascendente.
Por eso queremos comenzar el documental en la antigüedad de Caral, donde se han encontrado las primeras zampoñas, relacionadas al culto de lo sagrado y confeccionadas con huesos de mamíferos o plumas de grandes aves, porque se vivía aún de la cacería. La evolución de la sociedad pre inca se puede estudiar por el material con que se confeccionó el siku. Entre los Tiawanaco y Mochicas, que dominaron la agricultura: zampoñas de cañas. Los Nazca que tanto como la agricultura sabían de astronomía: sikus de arcilla, en la que unían la tierra, el agua y el fuego. Los incas que adoraban a la luna, el sol y dominaban el suelo y el subsuelo: zampoñas de plata y oro.
En el antiguo Perú, la música de los sikus se oía en todo el territorio. Es a partir de la conquista española - que perseguían como idolatras a los sikuris - que desaparece de la costa. Pero el siku se refugia en la sierra y ahí sobrevive a pesar de todo. Un pueblo en Puno - Huancané - es ahora la capital del siku y del sikuri.
Por la globalización, el hombre es ahora un ciudadano del mundo. Y viajando hacia USA, Europa, Asia o África, muchos músicos llevan una zampoña en su mochila. Es así como se ha expandido por los cuatro continentes. Pero antes que los peruanos visitaran a estos viejos países, ya habían llegado los ceramios de músicos pre incas tocando zampoñas, o zampoñas de cañas, barro y metal que los viajeros europeos de los siglos XVIII – XIX- XX, habían recogido en sus exploraciones, y están guardados en museos de antropología de Alemania, Francia y España. Los que se van a incluir en el documental, para recuperar aunque sea como imagen estos tesoros al patrimonio nacional.
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Y porqué avergonzarse de difundir la cultura y el arte de los antiguos peruanos? Sólo quienes conocen de la sensibilidad y belleza sonora de este instrumento construido de cañas de bambú, podemos soñar con verlo retornar al lugar donde debió quedarse por siempre... Junto a los Dioses que tenemos cada uno de nosotros. Seguiremos en esta aventura. Gracias: Nelson García, Prof:. Américo Valencia, Luis Ruiz del Pozo, Josué Lancho, Giuseppe Oreffici, Oscar Bueno, Milano Trejos, Carlos Mansilla, Amilcar Hijar, Comunidades de Huancané, y todos quienes siguen abrazándonos en cada encuentro.