3.11.16

LAS MUJERES DE MI HISTORIA





Ni una Menos!, Unidas Somos Más!


No paremos la lucha, exigimos justicia y respeto a los derechos de quienes damos la vida!

Basta!, Basta! Basta Ya!

Desde hace cuatro décadas, soy testigo de las conductas que la sociedad impone al género más fuerte y valiente; al ser que tiene la obligación de traer vida y reproducirla para la sobrevivencia de la especie humana.

Las mujeres han sido limitadas al papel de empleada, esposa, madre, ama de casa, cuidadoras de padres ancianos, en ella recae todas las responsabilidades morales, físicas y económicas de una familia.

Hemos sido testigos de los cambios generacionales por las que las mujeres han luchado y obtenido el respeto a sus derechos de género, en la gran influencia que han tenido en la sociedad aportando en los éxitos sociales, políticos y económicos del mundo globalizado que hoy vivimos.

Pero, acaso no hemos luchado para conquistar el derecho de elegir, decidir, vivir en libertad para humanizar la sociedad?


No, no ha sido posible obtener este derecho aún. Porque cuando las mujeres queremos hacerlo, la sociedad machista en la que vivimos; protege y disculpa las agresiones que se cometen contra la mujer que exige su espacio en esta sociedad, negándonos la igualdad en nuestros derechos humanos.

Las estadísticas cada día son más alarmantes en los diferentes países donde se cometen las agresiones físicas y psicológicas que sufren las mujeres en cualquier etapa de sus vidas, los números dicen que 9 de cada 10 mujeres han sido maltratadas, violadas o agredidas en la primera niñez, adolescencia y etapa adulta. No hay edad, nacionalidad ni estrato social, educativo y/o económico para ser víctima de maltrato.

La sociedad tiene una histórica deuda impagable a las mujeres que ofrendaron sus vidas, que fueron víctimas de las agresiones y que levantaron su voz para denunciar y hacerse escuchar, abriendo cada vez más las puertas y las gargantas de muchas que todavía siguen callando y ahogando sus gritos en el dolor que internamente cada una lleva en el silencio del alma.

Miles de mujeres en el mundo están haciendo eco de las voces que en el Perú, Bolivia, Argentina, Brasil, España y donde haya una mujer que fortalecida en su autoestima decidió parar la mano de su agresor y gritó Basta!, a costa de su vida; para todas ellas, porque sus recuerdos sean una luz en el camino que debemos seguir marcando en la búsqueda de justicia para ellas, seguimos prolongando su grito… Basta!. 


Ximena, fue el motivo de encuentro de las diferentes organizaciones de mujeres en la inmigración que se realizó en la Plaza Rathaus de Hamburgo.  Exigimos justicia para ella y sus hijos. Un caso que no debería quedar en el olvido no sólo por los miles de kilómetros que la separaba de sus familiares y de su país. La fortaleza y la admiración la conocí en la valiente mujer-madre que llegó desde Bolivia a recoger el cuerpo de sus seres más queridos. Quién hará justicia para ella? A quién castagarán por estos crímenes? Cómo retribuye la sociedad la pérdida de estos seres queridos?. Cuál será y para quién la condena?. Preguntas que no encuentran respuestas. Ojalá que sí encuentren consuelo los deudos.


La solidaridad es una de las armas que debemos usar las mujeres y los hombres para luchar contra el maltrato a la mujer en el mundo, cuando exista una mujer dispuesta a escuchar a otra que pasa por estos conflictos de pareja y que necesita de una amiga con quien compartir su difícil situación; que sepan que ellas no están solas; señaló Blanca Merz responsable de la convocatoria de esta marcha.

Es el penúltimo mes del año y este 25 de noviembre recordaremos a las mujeres que abrieron senderos y marcaron el camino de luchas para quienes hoy estamos aquí. No olvidemos su sacrificio. No las dejemos solas en la historia. Desde donde te encuentres levanta la cabeza, respira fuerte y decide ahora a ser libre y feliz. Por el simple hecho que Tú MUJER; lo mereces!


Respeto es la palabra que debemos emplear cada vez que deseemos hablar de una MUJER, por su condición, por su género y por ser MUJER dijo Carlos Zapata. Soy hijo, hermano y padre de dos mujeres. Doy y pido respeto para todas, finalizó.

Yolanda, es la última víctima según leo el diario hoy. Una Menos!. Hasta cuándo, Dios!!!.