17.1.21

LA VIDA CAMBIÓ DE ESTILO

Mi nombre es  Mónica Grados, soy peruana y me defino como una Profesional en las Ciencias de la Comunicación.
En 1997 me inicié como reportera, coordinadora de programas televisivos, editora y directora de prensa escrita, así como conductora de programas  radiales.
Gracias a la vida y a la profesión continúo en este recorrido de visita por diferentes lugares del mundo; donde acumulo conocimientos, experiencias y grandes amigos de vida.
Nos une la fuerza y la convicción de concretar nuestras metas que se transforman en fotografías e imágenes donde contamos historias, tradiciones, identidades y esperanzas de aquél personaje desconocido que se encuentra con nosotros.

La Vida en este 2020 ha iniciado con nuevo estilo de convivencia.
Pero nadie hubiera imaginado la forma en que transformaría nuestra rutina diaria, la que teníamos como perfecta o práctica y que calzaba en la "normalidad".

Yo estaba en clases de idioma alemán y desde enero del 2020 escuchábamos las noticias de un nuevo virus al que llamaban corona y que se encontraba en China. Algunas veces hasta bromeábamos con eso, nos decíamos que estaba tan lejos y que de seguro en unos días más pasaría la novedad sensacionalista de los medios de comunicación. En pocos días se informaba que en Italia y España comenzaban a registrarse casos de contagios muy acelerados, que debían tomarse medidas y hacer un mejor seguimiento a este nuevo virus al que nadie conocía. Las noticias que llegaban desde Wuhan decían que habían muchos fallecidos y que varias ciudades en China habían sido declaradas en cuarentena. Por la televisión veíamos las imágenes de la policía y de personal médico buscando y capturando a las personas que podían haber sido contagiadas y llevadas contra su voluntad a un centro médico para ser tratados. No creíamos que eso fuera real, estaba tan lejos y era demasiado dramático para ser verdad.

De pronto llegó el 13 de marzo del 2020 y en Alemania se confirma que los primeros casos que habían sido registrados en personas que habían estado de vacaciones en Italia y España ya iniciaba una etapa de preocupación y que el país ingresaba a una etapa de cuarentena completa. No lo podíamos creer!!,  pero estaba sucediendo y lo estábamos aceptando de buena gana porque no queríamos pasar por la difícil situación en la que ya se encontraban los países vecinos con un cuadro descontrolado de fallecidos y contagiados, donde los centros médicos abarrotados no se abastecían para atender a la población.
Entonces amaneció un día después, la ciudad estaba paralizada, se habían terminado los días normales, no más ruidos ensordecedores de autos, aviones. Las personas estábamos descansando de un día como si fuera el fin de semana largo o de un día feriado. Había que disfrutar el día. Total serían unos 20 días, había que planear las nuevas reglas de contacto, higiene, alimentación y hasta de saludo. 

Las redes sociales estallaron, se hicieron imprescindibles y la televisión como la radio y el internet tomaron el lugar de las visitas, los parientes, los amigos y hasta de los vecinos. Los científicos no sabían a qué se enfrentaban, no había información sobre este nuevo diminuto ser si así podíamos llamarlo para identificarlo con algo que conociéramos, pero que ya había dominado al mundo. Todos los grandes países estaban consternados, sin saber qué hacer ni cómo hacer para evitarlo. 
Las compras al supermercado para abastecernos de los alimentos básicos era el único motivo de salida de casa, allí teníamos los cuidados necesarios, el distanciamiento y las mascarillas era obligatorias. Corrían los días y la cuarentena se extendía a 90 días. Comenzamos una rutina de correr cada mañana en el parque que había en la parte posterior de la casa donde nos encontrábamos con personas que paseaban a sus mascotas mientras respirábamos aire fresco, limpio y sacábamos el stress del encierro. No estaban tan mal las cosas, nos decíamos que era justo lo que la tierra necesitaba, le habíamos hecho tanto daño al planeta que ya veíamos su renacimiento, los mares y ríos estaban descontaminándose, los bosques y plantas reverdecían, los animales recorrían las ciudades y nos visitaban porque los enjaulados éramos nosotros esta vez. Estábamos ingresando a la primavera. El sol tímidamente se asomaba en algunos días de abril y acompañaba el canto de las aves al despertar las mañanas. Una vez más nos repetíamos, esto era justo lo que la humanidad necesitaba, que era un tiempo de concientización y por lo tanto teníamos que empezar a convivir con nosotros mismos, mirarnos internamente y a escucharnos más. 

Así llegó la primavera. Los árboles comenzaron a vestirse de verde y las flores empezaron a colorear los parques y jardines. El sol calentaba nuestros cuerpos y las aves nos alegraban con sus cantos. Pero ya nos empezábamos a desgastar emocionalmente, económicamente y crecía la preocupación porque no había cura para la enfermedad que azota el mundo.

Ha pasado todo el 2020 y a pesar de que ya existe la vacuna, desde hace unos días la segunda ola ha hecho su ingreso de forma devastadora, estamos perdiendo a más personas queridas y los hospitales están saturados, el personal de salud está cansado y la población agotada mentalmente. Estamos viviendo una nueva cuarentena, estamos en invierno y ya sabemos lo que tenemos que hacer, hemos aprendido a cuidarnos pero no sabemos si eso será tan eficiente, tampoco sabemos hasta cuando vamos a estar así.

Algunos pensamos que esta nueva normalidad ya se ha instalado en nuestro ser, nos hemos vuelto como robots, personas mecanizadas que ya no queremos pensar, sólo existir para mirar lo que sigue pasando allí afuera. Corrupción, desestabilización política y social, crisis económica, crisis de salud y contaminación ambiental, incendios forestales, violencia contra la mujer, migraciones forzadas, explotación a los países subdesarrollados, asesinatos a los activistas forestales, racismo y discriminación. 

El ser humano es un ser de costumbres y de nuevos hábitos. Podemos adecuarnos con el objetivo de salvar la especie, podemos reinventarnos para pensar en los próximos días aportando nuestra existencia y razón de ser, para seguir planeando un mejor porvenir y para cada día aprender a sobrevivir. Estoy segura que lo vamos a lograr y en los próximos cien años, leerán esta historia como lo hemos hecho nosotros. 









 

25.12.19

LEVANTANDO LA VOZ Y SUS MANOS


LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA A LA MUJER

 Una nueva forma de hablar por las mujeres que perdieron su Voz

La historia está plagada de información, poemas, poesía, literatura y cuanto texto uno puede encontrar en los medios de comunicación sobre la lucha y la prevención a la agresión a la que está expuesta la mujer, el género femenino, la del sexo débil o simplemente la persona que se cosifica en las grandes cademas comerciales de la publicidad.

Cada vez son más los movimientos de mujeres en el mundo que levanta su voz y la mano para hacerse notar en una sociedad machista y patriarcal, donde las mujeres son asesinadas por sus propias parejas (feminicidio) y que dejan una herencia de dolor en la familia.

Chile, despertó de su letargo social y económico y una vez más las voces de las mujeres chilenas se hicieron escuchar en la globalizada existencia. El 2019 ha mostrado un nuevo proceso de que juntas somos más y somos invencibles.

Los grupos feministas y de lucha contra cualquier agresión a la mujer se unieron en el mundo y el resultado es la concientización y los nuevos testimonios que sacaron de sus cuerpos y libertaron sus almas y emociones.



 https://www.youtube.com/watch?v=W97elVpLQjM&t=17s
 Un violador en tu camino desde Hamburgo

24.7.18

LOS NUEVOS TALENTOS EN EL FUTBOL PERUANO





LOS NUEVOS VALORES Y TALENTOS DEL FUTBOL PERUANO


Con la pelota en sus pies van escribiendo una nueva historia futbolística peruana

Como no te voy a querer, como no te voy a querer… si eres mi Perú querido, el país bendito que me vio nacer…., este fue uno de los poemas entonados y gritados desde lo más profundo del corazón por miles de hinchas peruanos que acompañaron dentro y fuera del país a la selección peruana de fútbol durante su participación en el Mundial de Rusia 2018. Cánticos que resonarán por siempre en el recuerdo de los jugadores peruanos.
No sólo fueron 23 los jugadores de la selección peruana de fútbol, ni sólo 19 los que participaron activamente jugando como titulares y suplentes durante las disputas de los partidos jugados, sino que también estuvieron 16 nuevos jóvenes valores del balompié peruano que viajaron con la selección de mayores. Ellos son los sparrings, todos jugadores de entre 18 y 20 años que tenían como única función entrenar con el equipo titular durante la estadía de la selección peruana en el mundial.
Los sparrings viajaron junto a la selección de mayores para aprender de ellos y de los otros jugadores a quienes vieron jugar en vivo y en directo, lo importante y maravilloso que es vivir esos momentos de vestir la camiseta con los colores nacionales y que dentro de pocos años estarán formando la selección mayor y la que traerá nuevos triunfos a la selección peruana y es que ellos ya son el presente y futuro de nuestro balompié nacional.
Michel Rasmussen Grados y José Inga Guerrero, a quienes conocí un poquito más de ellos fuera de las canchas de fútbol y es que en esos días en que su más grande sueño se les cumplía al haber sido seleccionados para integrar la selección de la sub 20. Ellos vivían un partido aparte fuera de los flashes de las cámaras de televisión y de la prensa nacional e internacional.

Michel proviene de las filas de la academia de fútbol del Bentín, luego emigró al equipo del Melgar de Arequipa donde junto a otro de sus compañeros fueron seleccionados para que puedan acompañar a la selección. Nació y creció en Villa El Salvador donde las canchitas de tierra y de cemento fueron esculpiendo sus habilidades con la pelota junto a sus amiguitos de barrio, primos y familiares con quienes compartían su amor por la redonda. Juega como extremo derecho y durante los entrenamientos con la selección ha marcado goles que le han valido el reconocimiento y felicitaciones de su tío André Carrillo y del mismísimo “Gareca”.  Esto fue lo mejor que me pudo pasar dice. En su barrio de Villa El Salvador su mami Guizela, tíos, primos y amiguitos fueron sus primeras hinchas. Ahora todos ellos también comparten los logros que poco a poco va alcanzando en este competitivo mundo del futbol.  Es un chico de buen corazón, buen amigo, responsable y muy solidario con sus compañeros. Recuerdo que cada fin de semana llevaba a casa a dos o tres de sus amigos de la academia de fútbol que eran chicos que venían de provincia y que no tenían familiares en Lima. Michel les ofrecía su humilde casa y dos días llenos de calor familiar y alegría en su barrio de Villa El Salvador.  Por supuesto no sin antes hablar y pedir permiso al “profe” Valencia y a doña “Catita” dueña de la academia Bentín, quién con sonrisas, pero previo consejo de buen comportamiento accedía a dar los respetivos permisos. Así de humilde y buen hijo eres, a la espera de disfrutar junto a los tuyos de los parabienes que te depare la vida deportiva y personal. “Estoy muy feliz y prometo dar todo de mí para ser cada día mejor profesional”, dice Michel.
En la academia Bentín conoció a José Inga Guerrero, sobrino del capitán de la selección Paolo Guerrero Michel y José se hicieron grandes amigos, compañeros de aventuras futbolísticas dentro y fuera de la cancha; desde hace más de 10 años han conocido juntos los triunfos y postergaciones que pasan los nuevos futbolistas.



José también se inició en el Bentín, fichó por el equipo de menores del Sporting Cristal y de allí fue llamado como sparring para viajar a Rusia. Vive en el distrito de Surco casi en la frontera con San juan de Miraflores, desde allí cada día cuando el reloj marca las 6:00 a.m. sale al paradero más cercano a su casa y toma el bus para dirigirse a los entrenamientos en el club Cristal donde se entrena y mejora sus destrezas para con la pelota como lo hace su tío Paolo, con el objetivo de sobresalir y ganarse un lugar como titular en el equipo al que espera ser llamado para formar parte de la selección mayor y defender los colores celestes que lleva tatuado en el pecho y corazón.
Lo conocí una mañana, un día antes de su viaje a Rusia. Como Michel, ambos debían vender sus entradas para el partido amistoso que jugaba la selección peruana con Escocia en Lima. Su mayor preocupación en ese momento era buscar dinero que les permitiría comprar sus objetos personales que iban a llevar en la maleta a Rusia.
Nos encontramos en una esquina muy cerca a su casa, José apareció conduciendo una bicicleta y orgullosamente vestía parte del uniforme con los colores de la selección. Una amplia sonrisa iluminaba su rostro y con mucha simpatía nos dio la mano y un beso.
Felicitaciones! por el llamado a la Sub 20! le dije. “Muchas gracias. Era un sueño que tenía y hoy es una realidad me respondió. Pero también es una gran responsabilidad. Estoy muy feliz!, dijo José mientras se dibujaba en su rostro la mejor de sus sonrisas. Recuerdo verlo subir a su bicicleta y perderse entre las calles camino de regreso a su casa. Por supuesto antes nos habíamos tomado las respectivas fotos, que guardaré como un grato recuerdo de sus inicios de futbolistas antes de que sean famosos y destacados jugadores que veo venir en ellos.
Estos dos jóvenes jugadores de la Sub 20 han vivido una hermosa experiencia futbolística junto a la selección nacional que definitivamente marcará un nuevo sendero en el logro de sus metas y donde conocieron el compromiso, la entrega, el honor y la gloria que significa representar a su país fuera de las fronteras, donde miles de fanáticos del fútbol apuestan por tus habilidades con la pelota y que esperan majestuosas jugadas que se concretarán en goles y en premios alcanzados para el bienestar del país y de su hinchada que incondicionalmente corean sus nombres y cantan las hermosas notas del himno nacional en escenarios que nunca imaginaron y desde donde llenos de gozo y de amor por el Perú nunca dejaran de alentar a los colores rojiblancos hasta donde tengan que llegar.
“Estos días compartidos con la selección mayor ha significado un gran aprendizaje en mi vida y sumará en todos los sentidos para crecer como profesional del fútbol y como ser humano, hemos aprendido a ser una familia y que juntos podemos lograr grandes resultados. Hemos aprendido a confiar en cada uno de nosotros y en nuestras capacidades futbolísticas que es una de las más bonitas que tiene Sudamérica y eso ha sido reconocido a nivel mundial. Perú ha vuelto esta vez y es para quedarse, dice Michel lleno de orgullo y esperanza en su futuro prometedor como sus sueños y amor por el Perú, país bendito que lo vio nacer y que le ofrece la oportunidad de mostrar su magia deportiva por un tiempo más en el club del Melgar y Dios quiera muy pronto en algún club extranjero.
José y Michel han compartido algunas de sus fotos en Rusia para que los vayamos conociendo y sepan que el Perú tiene mucho talento en sus jóvenes que representarán en poco tiempo al balompié nacional.
Mucha suerte y grandes logros en su camino chicos, son mis mejores deseos y de todos los que los conocemos. Hasta pronto!.



19.1.17

PERU - MI PAIS EN ROJO


MI PAIS EN ROJO

Ha pasado el tiempo y no logro hasta ahora entender la actual situación política, económica y social que vive mi país. Este caos, deficiencia, ineptitud, falta de profesionales y vergüenza ajena en el teatro que representan cada día los medios de comunicación vendidos al mejor postor que proponen telenovelas para manipular las opiniones y desinformar a la población que está más interesada en la vida personal de los pseudos artistas y/o políticos porque ambos son lo mismo.
Cada día reviso mi vida como las noticias que pasan en el Perú y Latinoamérica. Es que finalmente somos uno solo, pues eso siento como parte de la migración, soy parte de este movimiento y cuando me encuentro con otras personas en la misma situación de migrante que yo puedo leer la nostalgia por el alejamiento de la tierra que los vio nacer, pero también la resignación por el no retorno porque las condiciones laborales, educativas, de salud, económicas, y demás…. no han mejorado.
 Qué haces cuando ves que la educación no existe en el nivel que necesitan los jóvenes de hoy en día, donde todo es efímero, con una huelga de docentes que tiene más de dos meses en los que los derechos laborales quedan relegados a caprichos de algunos dirigentes. Cuando los congresistas buscan beneficiarse personalmente usando la política y donde las leyes están hechas para favorecer a los amigos, con puertas y ventanas exactas para salir corriendo; porque hecha la ley hecha la trampa. Que haces cuando ves que las expectativas sobrepasan lo actuado por un gobierno totalmente inepto donde solo encuentras a contados profesionales y el resto es más de los mismo, apellidos de difícil pronunciación y sin capacidad para resolver los diversos y difíciles problemas de la nación.  Que haces cuando te cruzas con personas que como tu hoy son migrantes en un país que no tiene la capacidad de atender las necesidades de sus propios connacionales, ahora imagínate que oportunidad pueden darles a los hermanos de Venezuela que llegan con deseos y esperanzas dejando a sus familias y toda su estructura social y profesional, para salir a buscar el sustento y trabajar en lo que sea posible, la tranquilidad de levantarte y contar con un día más en la vida; dicen.
Retornar a tu país de origen; pero no lo has logrado aún. ¿Porqué?, Qué te hace falta? Y te consuelas diciendo que en tu país, hay tanto por hacer!!!!.
Decisión; gesticulan algunos. 
Pero, no es tan simple como eso. Cuando ya has experimentado que la corrupción en tu país no termina sino que se transforma, cuando las fuentes de trabajo son ocasionales, según el presupuesto que maneja el gobierno de turno y las plazas laborales tienen que repartirse entre los amigos del actual gobierno y de los funcionarios de otros grupos políticos que todavía están vigentes en el sistema, cuando por salud necesitas acudir a un centro de salud público como Essalud, donde la vida no vale lo que te cobran, sino lo que sus profesionales pueden hacer humanamente incluidos los errores que cometen por desidia o por agotamiento en el servicio que realizan. Si te ves obligado a asistir a un Hospital Público (porque no te alcanza para pagar la atención en una clínica privada que por cierto, es imposible de pagar sus costos), te recomiendo armarte de toda la paciencia posible y tratar de concentrarte en algo o alguien que te permita pasar el tiempo que debes esperar a ser atendido, casi como cuando acudes al consultorio de la Dra. Wirecky en Hamburgo (lo digo porque al ser una de las pocos médicas que hablan español, todos acudimos allí y saturamos las citas y atenciones diarias; pero nunca nos vamos sin ser atendidos así lleguemos un poquito tarde y es que también entienden nuestro retraso).
Volvamos a la salud de nuestros países en desarrollo, es decir a los avances que pueden haberse dado en el tiempo que hemos permanecido fuera de él y que creíamos que ya se habían superado. Cuando permaneces más de tres meses y tratas de adecuarte a su sistema, suspiras y pides ayuda a Dios para no desmayar en el intento y es que todavía te queda una esperanza de encontrar eficiencia en los servicios que requieres solucionar.
Y no cometas el error de compararlo con el sistema en el que vives y al que tampoco te terminas por acostumbrar. Porque entonces volverás a sentir el vacío en las manos y las lágrimas en el corazón, te envolverá ese sentimiento de desprotección, abandono e inseguridad y volverás a preguntarte si hiciste bien en salir de tu país o de querer regresar o finalmente; aceptar que deberás ser consecuente con tus decisiones porque te das cuenta que ya no eres de aquí, ni eres de allá.
Quizás tengamos que vivir como dice la letra de una canción…. No soy de aquí, ni soy de allá. No tengo edad si porvenir,… y ser feliz es mi color de identidad.
Lo importante es que donde decidamos permanecer seamos felices lo más posible y quedémonos impregnados de nuevos conocimientos, experiencias, nuevos amigos, nuevas culturas y nuevos idiomas. Compartamos la solidaridad, la comprensión para con los que todavía no han entendido que el mundo es uno solo y la vida también. Ayudemos en la educación, no es suficiente tener un título profesional o universitario. Educar es más que eso, es respetar a los demás no por lo que tienen sino por el buen ser humano que es.
Otros dirán: No serás profeta en tu propia tierra y eso también es verdad. Por eso embarquémonos en aventuras de amor, respeto y protección con la naturaleza desde donde y como nos encontremos.