LOS NUEVOS VALORES Y
TALENTOS DEL FUTBOL PERUANO
Con la pelota en sus
pies van escribiendo una nueva historia futbolística peruana
Como no te voy a querer, como no te voy a
querer… si eres mi Perú querido, el país bendito que me vio nacer…., este fue
uno de los poemas entonados y gritados desde lo más profundo del corazón por miles
de hinchas peruanos que acompañaron dentro y fuera del país a la selección
peruana de fútbol durante su participación en el Mundial de Rusia 2018. Cánticos
que resonarán por siempre en el recuerdo de los jugadores peruanos.
No sólo fueron 23 los jugadores de la selección
peruana de fútbol, ni sólo 19 los que participaron activamente jugando como
titulares y suplentes durante las disputas de los partidos jugados, sino que
también estuvieron 16 nuevos jóvenes valores del balompié peruano que viajaron
con la selección de mayores. Ellos son los sparrings, todos jugadores de entre
18 y 20 años que tenían como única función entrenar con el equipo titular
durante la estadía de la selección peruana en el mundial.
Los sparrings viajaron junto a la selección de
mayores para aprender de ellos y de los otros jugadores a quienes vieron jugar
en vivo y en directo, lo importante y maravilloso que es vivir esos momentos de
vestir la camiseta con los colores nacionales y que dentro de pocos años
estarán formando la selección mayor y la que traerá nuevos triunfos a la
selección peruana y es que ellos ya son el presente y futuro de nuestro
balompié nacional.
Michel Rasmussen Grados y José Inga Guerrero, a
quienes conocí un poquito más de ellos fuera de las canchas de fútbol y es que
en esos días en que su más grande sueño se les cumplía al haber sido
seleccionados para integrar la selección de la sub 20. Ellos vivían un partido
aparte fuera de los flashes de las cámaras de televisión y de la prensa
nacional e internacional.
Michel proviene de las filas de la academia de
fútbol del Bentín, luego emigró al equipo del Melgar de Arequipa donde junto a
otro de sus compañeros fueron seleccionados para que puedan acompañar a la
selección. Nació y creció en Villa El Salvador donde las canchitas de tierra y
de cemento fueron esculpiendo sus habilidades con la pelota junto a sus amiguitos
de barrio, primos y familiares con quienes compartían su amor por la redonda. Juega
como extremo derecho y durante los entrenamientos con la selección ha marcado
goles que le han valido el reconocimiento y felicitaciones de su tío André Carrillo
y del mismísimo “Gareca”. Esto fue lo
mejor que me pudo pasar dice. En su barrio de Villa El Salvador su mami
Guizela, tíos, primos y amiguitos fueron sus primeras hinchas. Ahora todos
ellos también comparten los logros que poco a poco va alcanzando en este competitivo
mundo del futbol. Es un chico de buen
corazón, buen amigo, responsable y muy solidario con sus compañeros. Recuerdo
que cada fin de semana llevaba a casa a dos o tres de sus amigos de la academia
de fútbol que eran chicos que venían de provincia y que no tenían familiares en
Lima. Michel les ofrecía su humilde casa y dos días llenos de calor familiar y
alegría en su barrio de Villa El Salvador.
Por supuesto no sin antes hablar y pedir permiso al “profe” Valencia y a
doña “Catita” dueña de la academia Bentín, quién con sonrisas, pero previo
consejo de buen comportamiento accedía a dar los respetivos permisos. Así de
humilde y buen hijo eres, a la espera de disfrutar junto a los tuyos de los
parabienes que te depare la vida deportiva y personal. “Estoy muy feliz y
prometo dar todo de mí para ser cada día mejor profesional”, dice Michel.
En la academia Bentín conoció a José Inga Guerrero,
sobrino del capitán de la selección Paolo Guerrero Michel y José se hicieron
grandes amigos, compañeros de aventuras futbolísticas dentro y fuera de la
cancha; desde hace más de 10 años han conocido juntos los triunfos y
postergaciones que pasan los nuevos futbolistas.
José también se inició en el Bentín, fichó por el
equipo de menores del Sporting Cristal y de allí fue llamado como sparring para
viajar a Rusia. Vive en el distrito de Surco casi en la frontera con San juan
de Miraflores, desde allí cada día cuando el reloj marca las 6:00 a.m. sale al
paradero más cercano a su casa y toma el bus para dirigirse a los
entrenamientos en el club Cristal donde se entrena y mejora sus destrezas para
con la pelota como lo hace su tío Paolo, con el objetivo de sobresalir y
ganarse un lugar como titular en el equipo al que espera ser llamado para
formar parte de la selección mayor y defender los colores celestes que lleva
tatuado en el pecho y corazón.
Lo conocí una mañana, un día antes de su viaje
a Rusia. Como Michel, ambos debían vender sus entradas para el partido amistoso
que jugaba la selección peruana con Escocia en Lima. Su mayor preocupación en
ese momento era buscar dinero que les permitiría comprar sus objetos personales
que iban a llevar en la maleta a Rusia.
Nos encontramos en una esquina muy cerca a su
casa, José apareció conduciendo una bicicleta y orgullosamente vestía parte del
uniforme con los colores de la selección. Una amplia sonrisa iluminaba su
rostro y con mucha simpatía nos dio la mano y un beso.
Felicitaciones! por el llamado a la Sub 20! le
dije. “Muchas gracias. Era un sueño que tenía y hoy es una realidad me
respondió. Pero también es una gran responsabilidad. Estoy muy feliz!, dijo
José mientras se dibujaba en su rostro la mejor de sus sonrisas. Recuerdo verlo
subir a su bicicleta y perderse entre las calles camino de regreso a su casa.
Por supuesto antes nos habíamos tomado las respectivas fotos, que guardaré como
un grato recuerdo de sus inicios de futbolistas antes de que sean famosos y
destacados jugadores que veo venir en ellos.
Estos dos jóvenes jugadores de la Sub 20 han
vivido una hermosa experiencia futbolística junto a la selección nacional que
definitivamente marcará un nuevo sendero en el logro de sus metas y donde
conocieron el compromiso, la entrega, el honor y la gloria que significa
representar a su país fuera de las fronteras, donde miles de fanáticos del fútbol
apuestan por tus habilidades con la pelota y que esperan majestuosas jugadas
que se concretarán en goles y en premios alcanzados para el bienestar del país y
de su hinchada que incondicionalmente corean sus nombres y cantan las hermosas
notas del himno nacional en escenarios que nunca imaginaron y desde donde
llenos de gozo y de amor por el Perú nunca dejaran de alentar a los colores
rojiblancos hasta donde tengan que llegar.
“Estos días compartidos con la selección mayor
ha significado un gran aprendizaje en mi vida y sumará en todos los sentidos
para crecer como profesional del fútbol y como ser humano, hemos aprendido a
ser una familia y que juntos podemos lograr grandes resultados. Hemos aprendido
a confiar en cada uno de nosotros y en nuestras capacidades futbolísticas que
es una de las más bonitas que tiene Sudamérica y eso ha sido reconocido a nivel
mundial. Perú ha vuelto esta vez y es para quedarse, dice Michel lleno de
orgullo y esperanza en su futuro prometedor como sus sueños y amor por el Perú,
país bendito que lo vio nacer y que le ofrece la oportunidad de mostrar su magia
deportiva por un tiempo más en el club del Melgar y Dios quiera muy pronto en
algún club extranjero.
José y Michel han compartido algunas de sus
fotos en Rusia para que los vayamos conociendo y sepan que el Perú tiene mucho
talento en sus jóvenes que representarán en poco tiempo al balompié nacional.
Mucha suerte y grandes logros en su camino chicos,
son mis mejores deseos y de todos los que los conocemos. Hasta pronto!.