17.3.11

Mirando hacia el horizonte

Como llegar, hasta donde abarque nuestra mirada...

Hemos viajado en el tiempo de nuestra vida, a través de los diferentes caminos hacia los horizontes reales o imaginarios que pintamos en nuestra imaginación.
Nunca dejamos de mirar hacia adelante, aún cuando el sendero en el que nos embarcamos no se vea tan despejado desde nuestra perspectiva. A pesar de ello, decides caminar con paso seguro hacia lo que crees que será la mejor alternativa en tu vida.
Cuando las expectativas son alcanzadas y finalmente controladas; en el proceso de caminar hacia el  destino, es cuando nos sentimos más fuertes y entonces decidimos levantar la vista una vez más y ver que el horizonte sigue allí, tan lejos y a la vez tan cerca, esperando por nosotros e invitándonos a continuar para alcanzarlo.
Porqué debemos seguir en este largo y a veces difícil camino?
Por que creemos; que al final del arco iris que se pinta en el horizonte hasta donde nuestra vista puede llegar, encontraremos y alcanzaremos nuestra felicidad. 
Pero, no siempre es así, el tiempo que hemos invertido al caminar hacia la meta, queda como suspendido en nosotros para darnos cuenta que no existe la línea que separa el horizonte del cielo, que todo ha sido una mera ilusión, y que no hay final para este camino.
Es cuando tenemos que entender que la felicidad está en cada uno, habitando en nosotros pero que nos toma mucho tiempo en descubrirla; que la felicidad es la motivación que nos hace sonreir y transitar la ruta, sin sentir el mínimo cansancio hacia lo que creemos que necesitamos conquistar.
Los seres humanos estamos hechos de sentimientos y raciocinio, acostumbrados a luchar hasta con nosotros mismos, lo que fortalece nuestras aptitudes para ganar el lugar al que deseamos llegar. Son nuestras decisiones, quienes finalmente dirigirán nuestros pasos hacia lo que necesitamos tomar para sentirnos totalmente realizados. 
No permitamos que la lluvia de un día o la neblina del atardecer; ponga un velo en nuestros ojos y nuble nuestra mirada cuando decidamos que el camino propuesto, es el que nos conducirá a alcanzar la felicidad hacia donde ésta se pueda encontrar.

16.3.11

Cielo gris: Una nueva historia para no olvidar

Solidaridad mundial hacia Japón...

Han pasado varios días, desde que la naturaleza nos mostró una vez más su gran fuerza telúrica, dándonos a entender lo pequeños que somos ante ella.
Los fenómenos naturales, son movimientos cíclicos que nuestro sistema solar y planetario necesitan para modificarse y continuar con la evolución normal que tiene todo ser físico en la naturaleza. Desde siempre el hombre ha reconocido la fuerza natural con la que se expresa la tierra y había aprendido a respetarla.
Sin embargo, es en este nuevo siglo que la tierra nos está demostrando con más continuidad estas manifestaciones naturales, como una queja ante la indiferencia con la que estamos mirando las agresiones que los seres humanos le estamos produciendo; dañando su dignidad de planeta habitado por seres racionales que conscientemente influimos hoy en día en sus fenómenos climáticos.
Los temblores, terremotos, tsunamis y las erupciones volcánicas; son fenómenos que el hombre no podrá nunca controlar. Debemos tomar conciencia de esto para aprender a vivir con mayor conocimiento estas manifestaciones, previniendo las tragedias humanas que atónitos miramos cada cierto tiempo en las pantallas de nuestros televisores.
El mundo hoy muestra un color gris, no sólo por sus cielos nublados, sino; en sus más sinceros sentimientos, mostrando tristeza y desolación por la tragedia que se vive en Japón, nos sobrecogemos al ver el llanto de los padres, hermanos e hijos de los miles de desaparecidos y muertos en esta nueva  catástrofe natural, puedo asegurar; que todos hemos inclinado la cabeza para preguntar: Porqué?... y pedir, rogar o suplicar en silencio y desde el fondo de nuestro corazón -en quien creamos- que ayude y asista a la comunidad que hoy siente tanto dolor. 
Como seres humanos, mostramos y expresamos nuestros sentimientos de solidaridad, que el universo nos escuche y que los cubra y ensamble de fuerza y coraje para afrontar esta difícil etapa. La historia  vuelve a poner a prueba al Japón, pero ellos; con sus nuevas generaciones confiamos en que volverán a medir su fortaleza para salir una vez más adelante.
La lección ha sido expuesta y a nosotros nos queda aprenderla, miremos en nuestras propias experiencias, también vividas como terremotos, maremotos, huracanes, inundaciones, erupciones volcánicas, tsunamis ocurridos en Indonesia, Perú, Haití, Chile y Japón en los últimos años.
Los motivos de ocurrencia de estos fenómenos naturales aún no son totalmente entendidos por el hombre, sólo nos queda aceptarlos, por que ocurren en el momento menos esperado, debiendo permanecer siempre alertas; pero, lo que sí podemos y debemos hacer es prevenir tomando mayor responsabilidad. 
A estos desastres producidos por la naturaleza, el hombre -con su sabiduría- le agrega otros mayores que producen más problemas por que fueron construidos por el mismo y que atentan contra la humanidad, dejando muchas heridas abiertas en la población; como las cientos de plantas atómicas radioactivas que se construyen en los países más desarrollados, que ostentan los primeros puestos en la economía mundial y que finalmente reflexionan recién hoy; casi como obligados, por las difíciles circunstancias que viven nuestros congéneres. 
Quizás ahora, seamos más conscientes sobre la irresponsable carrera económica en la que se han embarcado los países; atentando y transgrediendo a todos los elementos naturales que creen pertenecerles y disponer de ellos sin el menor respeto a la función que cumplen; como la de equilibrar nuestro planeta.
La vida y la tierra y nuestro universo, continuará con su normal y necesaria evolución: Por que recordemos que "la materia no se destruye, sólo se transforma".

7.3.11

La Felicidad de mi Padre

Con la distancia y el tiempo, la familia se realiza en el sentimiento...


Desde que tengo uso de razón, yo sabía que tenía dos padres en la vida real. Uno era Pablo mi abuelo paterno y el otro era mi padre biológico, Ademir.
Yo crecí con mi abuelo, un hombre fuerte y alto, de buen carácter y muy respetado en el pueblo donde vivíamos. Lo recuerdo siempre con su férrea seguridad con la que dirigía su vida, sus decisiones y a la familia, pero a la vez, era muy democrático, siempre estuvo atento a escuchar y apoyar a sus hijos cuando necesitaban de un sabio consejo dado por un sabio de la vida; para organizar sus propias vidas.
Mi padre, es diferente; de carácter amistoso que invita a la amistad eterna como las que mantiene con sus viejos amigos, a pesar de la distancia y el tiempo que quizás no logran encontrarse más.
Al llamarlo y escuchar su voz a millones de kilómetros desde donde estoy físicamente, pero tan sólo me separan algunos centímetros de su corazón, al pronunciar las primeras palabras de mi especial saludo, puedo yo escuchar las palpitaciones que demuestran la alegría en su corazón y siento como su voz frenética por preguntarme, se torna suave y especial para mi. 
Yo decido; sonreir, impregnarle a mi voz una tenue sonrisa para que sienta mi felicidad de y al comunicarme con él a través de los hilos telefónicos, que hacen nuestra proximidad tan cercana que pareciera estar frente a él y ver dibujarse en su rostro una hermosa y franca sonrisa que me trasmite su sentir.
Feliz Cumpleaños, Papá!. Digo con emoción. Es el regalo que puedo hacer para ti de mis palabras y mis mejores sentimientos que me enseñaste a cultivar dentro de mi. Mi querido Papito, deseo para ti mucha felicidad en este día y que siempre estés rodeado de tus hijos, más hijas; nietos más que nietas, hermanos y todos los que te queremos como la abuela; que pedimos a Diosito una especial bendición para ti. Con la plena seguridad de que él te lo concederá.
Debo cortar la llamada pero no puedo despedirme sin antes decirle "Te quiero Mucho, Papá!!!.